Se ha encontrado un nuevo marcador vascular. Pese a la falta de estudios definitivos, en una analítica de sangre, un aumento de la homocisteína puede predecir el riesgo de sufrir un accidente cardiovascular.
Indicios de que algo va mal en el organismo, hay muchos. Pero, la Medicina busca hechos, no indicios, factores que revelan qué ocurre en el organismo. Uno de los últimos en llegar ha sido la homocisteína, un aminoácido que se libera cuando el cuerpo digiere ácido fólico y otras vitaminas del grupo B, que la ayudan a descomponerse en el organismo. Los científicos han descubierto que un descontrol o alteración en sus niveles en sangre puede revelar la predisposición a sufrir un ataque cardíaco.
De momento no se ha establecido un vínculo causal pero existen evidencias de que demasiada homocisteína podría dañar la capa interna de las arterias y promover la formación de coágulos sanguíneos.
La homocisteína se encuentra implicada en el desarrollo de la arterosclerosis, un proceso por el cual se van produciendo unas placas de sustancias grasas y minerales en las paredes de las arterias, que las endurecen y obstruyen de forma progresiva. También parece ser que este amnioácido afecta a la sangre, de forma que las plaquetas se vuelven más adhesivas y, por lo tanto, favorecen la formación de coágulos. Éstos puede llegar a obstruir completamente las arterias o las venas impidiendo la circulación de la sangre, lo que da lugar a las trombosis y otros accidentes vasculares. Algunos científicos creen que la homocisteína también reduce la flexibilidad de las arterias y de las venas, mediante el impedimento de su dilatación cuando lo necesitan. Varios estudios también han puesto de manifiesto que las personas con niveles elevados de homocisteína en la sangre también tienen otros factores de riesgo asociados como son hipertensión o niveles altos de colesterol.
Uno de los motivos por los que ya no se realiza de forma regular en una analítica de un paciente sin riesgo ni precedentes vasculares es porque «su examen resulta caro. Además, en patologías como la hipertensión arterial (HTA) se ha retirado de las analíticas porque no se ha visto útil. Ya con los marcadores clásicos se predice el 50 por ciento de los accidentes cardiovasculares y por ello se busca su control. Es considerado un nuevo biomarcador, pero se necesitan más estudios para avalar su utilidad», apunta Ramón Estruch, consultor senior en el Departamento de Medicina Interna del Hospital Clínic, profesor asociado en la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, y miembro del comité directivo del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CiberObn).
Los niveles de homocisteína en sangre se asocian positivamente con la enfermedad cardiovascular, pero no está claro si la asociación es causal, de acuerdo a la información de respaldo del artículo.
Un metaanálisis de estudios prospectivos indican que, después de ajustar los factores de riesgo conocidos, a quienes tenían un 25 por ciento más baja la concentración de homocisteína normal se asoció con un riesgo 11 por ciento menor de enfermedad coronaria y el riesgo de 19 por ciento menor de accidente cerebrovascular. «La suplementación diaria de ácido fólico por lo general disminuye los niveles de homocisteína en un 25 por ciento, y la adición de vitamina B12 los reduce otro 7 por ciento», escriben los autores. Otra investigación ha sugerido que la suplementación con ácido fólico puede ofrecer un efecto protector contra el ictus.
Tratamiento.
Combatir y prevenir las consecuencias de la alteración del aminoácido es fácil. La hiperhomocisteinemia y la obesidad se pueden revertir a través de una alimentación adecuada, y con la toma de suplementos de ácido fólico y vitaminas del grupo B, como la B12.
No hay comentarios:
Publicar un comentario