Buscando en la WEB encontré este artículo.
De Isabel Sartorius.
Esta semana os quiero hablar de las tres necesidades psicológicas básicas del ser humano.
Para mí son muy importantes porque cuando no están cubiertas, desarrollan emociones limitantes subyacentes que vamos acomodando sin darnos cuenta.
Para hacéroslo más fácil os cuento que estas tres necesidades psicológicas básicas son: - Amor - Seguridad - Libertad Cuando estas necesidades están sin cubrir ocurre lo siguiente. - Cuando el amor está sin cubrir, la emoción que va ir desarrollándose es la tristeza. - Cuando la seguridad no está cubierta, la emoción será el miedo. - Cuando la libertad falta, la emoción acumulada será el enfado. Aquí os dejo un gráfico para que cada uno de nosotros tomemos constancia de cual nos falta por si en algún momento estamos en carencia de una, de dos o incluso las tres. Lo primero que les pido a los clientes es que hagan un repaso consciente de las necesidades que pueden estar no cubriéndose y para ello les pido que me hagan una lista de aquellas emociones que ellos notan que se activan con más frecuencia sin ningún motivo aparente. Os pongo un ejemplo: Una amiga mía que es psiquiatra se ha dedicado a trabajar los últimos treinta años, veinte horas al día. Ha conseguido que su trabajo le reste la libertad en otras facetas de su vida.
Últimamente me comentaba que estaba en una buena época, sin embargo, me decía que tenía muchos brotes de mal humor y no estaba en un momento de mucho trabajo especialmente. Con el proceso vimos que con esa falta de libertad en muchas facetas de su vida se había ido almacenando en ella una gran dosis de enfado.
Os aporto un breve listado que puede ayudaros a identificar qué necesidad no está cubierta y, fundamental, qué soluciones podemos aportar para neutralizar la emoción que nos hace daño. AMOR 1.- El amor. Cuando no tenemos esta necesidad cubierta, la emoción que va a predominar nuestra experiencia interna es la tristeza. Como no somos conscientes de esa tristeza y por tanto no somos capaces de identificarla y de expresarla, que sería lo más saludable para nosotros, lo que solemos hacer es: Tragarnos las lágrimas y de esta manera reprimimos la emoción, algo que no es bueno. Distraernos de manera exagerada con alguna actividad. Evadirnos con alcohol y/o algunas sustancias. Dedicarnos a dar consuelo a otros en vez de a nosotros mismos. Cuando la necesidad del amor no está cubierta, la manera más sana de cubrirla es a través de las relaciones con otras personas. Ampliar y diversificar nuestra red de apoyo social. Aquí es donde tenemos que centrarnos. Por ejemplo, apuntarnos a cualquier actividad que nos haga estar en contacto con otras personas. Porque aquí la relación va a ser ecuánime, tú vas a dar y vas a recibir. La seguridad. Cuando la seguridad no está cubierta, algo que en el mundo en que vivimos hoy en día es latente en un porcentaje muy alto en la vida de casi todos nosotros, la emoción más potente que llevamos dentro es el miedo. Me repito en lo anterior, lo mejor es identificarlo y expresarlo porque, ya esa toma de conciencia, libera mucho en sí. Pero en lugar de expresar ese miedo lo que solemos hacer es: a) Hacer que no nos afecta. b) Buscar conductas de riesgo como exponernos a situaciones límites. SEGURIDAD Cubrir la necesidad de seguridad al 100% es complejo porque vivimos en un mundo en que la incertidumbre es el pan nuestro de cada día, sin embargo, sí podemos seguir algunas pautas que nos permiten neutralizar esa falta de seguridad: La experiencia nos da la oportunidad de darnos cuenta de cuáles son nuestros propios recursos, identificarlos y exponerlos es algo fundamental. Al igual que poder ser capaces de reconocer lo que necesitamos. Tomar acción y no quedarnos paralizados, este es el antídoto. La libertad. Es la capacidad de poder elegir y de poder actuar según nuestro propio criterio. Cuando no cubrimos esta libertad, desarrollamos el enfado.
Cuando no somos suficientemente conscientes de este enfado, como para identificarlo, lo que solemos hacer es: a) Hacer que no nos afecta. b) Volcar el enfado hacia uno mismo y esto es muy peligroso porque podemos llegar a tener conductas nocivas hacia nosotros mismos. c) Rebelarnos contra las normas.
LIBERTAD Para cubrir la necesidad de la libertad, al igual que en los anteriores, lo fundamental es que seamos conscientes de que tenemos esa falta. Las pautas que podemos llevar acabo para superar esa ausencia de libertad son: - Conocer y respetar nuestros propios derechos. - Tratar de hacerlos respetar. - Expresar lo más claramente posible dónde están nuestros límites. - Adaptarnos a los contextos donde nos relacionamos. - Priorizar necesidades equilibradamente.
Este tema es muy complejo, es de los que más me gustan porque percibo esos sentimientos en los clientes y sé que a veces es complicado que la misma persona se de cuenta. Por eso el ejercicio de esta semana es que podáis ser más conscientes de la necesidad o necesidades que os faltan y así poder cubrirlas y estar más satisfechos con vosotros mismos.